Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

miércoles, 27 de junio de 2012

¿Alcohol para las heridas? Tonterías, el alcohol es para el alma.

Desperté una noche después de dormir todo el día, mi boca sabía a sangre, sabor de odio. Cerré los ojos y creí oír el whisky correr por mis venas, intente incorporarme pero caí al suelo, me quede mirando el techo con la mente en blanco, o en rojo furia.
Conseguí levantarme e intente buscar algo que me quitara el dolor de ayer, pero mi bodega estaba vacía. Baje tal cual, ya no necesitaba mentirle al mundo, estaba destrozada y no me importaba quien lo viera. Quise entrar a mi bar, pero recordé mi sabor a sangre en los labios y la gente entrando a puñetazos. Me miraron con asco y yo les mire con superioridad. Les sonreí con hipocresía. Me escupieron con la mirada.
¿Qué hice anoche? No me acuerdo.
Lo importante es buscar una botella de whisky. Encontré el sitio mas maloliente, mugriente y entré. Me lanzaron miradas de intrusa, miradas llenas de aviso y peligro, aunque yo vi el miedo reflejado en sus pupilas, dilatadas y drogadas.
Escogí la botella que menos asco me dio, me la dieron y cuando empecé a beber empecé a recordar.
Primero recordé un puñetazo con un puño americano a mi mandíbula que esquive aunque no evite del todo.
Recuerdo las botellas rompiéndose. La gente agrupándose a mi alrededor borrosa. Recuerdo unos ojos oscuros mirando con preocupación y desprecio. Recuerdo volar, pero sin alas y aterrizando en la ventana. Recuerdo caer al suelo sangrando como un chucho abandonado y mojado.
Es la primera vez que pierdo una pelea, y aunque no recuerdo quien me dio porque probablemente no importe recuerdo que estaba sola. Recuerdo leer en el ambiente, recuerdo como gritaban sus mentes, llora jodida cobarde.
Con cada trago, mas largo que el anterior la imagen se volvía mas nítida, no llore y no recuerdo como llegue a casa, había bebido ya toda la botella cuando creí recordar que la luna me había llevado hasta mi cama.
Y cuando conseguí recordar porque me pelee iba tan borracha que ni me acuerdo.

Por favor no me llames, que sabes que iré.

¿Qué haces aquí, no te habías olvidado de mi?
Ya no podía mirarte a los ojos, contarte mi vida ni escuchar tus pensamientos. Y de repente vienes a mi, cómo quien naturalmente se aparta el pelo por el viento.
¿Qué buscas en mi?
Sigo siendo la misma idiota que te perdió. No sigas recordándomelo, contándome lo feliz que has sido sin mi.
¿Por qué me quieres arrastrar a tu mar oscuro?
He salido del mar, para mirar el cielo. Intento aspirar a tocar las nubes, no me vuelvas a enseñar los secretos que escondes entre el mar y el fondo marino.
¿Por qué me quieres volver a enseñar como brilla la luna en las noches mas oscuras?
Intento recordarme cada día lo que me costó salir del embrujo de las sirenas, no me llames, que sabes que iré.
Vuelves como la marea y no soy tan fuerte como para volver a desaparecer. Tus ojos son demasiado para mi.

domingo, 24 de junio de 2012

La mañana que el mar me susurro palabras mágicas

El sol me acaricia la espalda con fuerza mientras yo sigo pensando en todo y en nada, en mis hipótesis, en mis ganas de gritarles la verdad, de que me la griten a la cara, en el miedo de perder, en el miedo de ganar, mi frustración, mi impotencia, el sol me araña y de mis poros salen lágrimas amargas con sabor a tristeza. No aguanto más, no quiero oírme, me levanto y corro hacia el mar, me zambullo en su interior, necesito que me diga algo, que me hable, sigo bajo el agua y abro los ojos nunca me había sentido tan bien. Silencio en mis oídos, en mi mente. Me falta el aire, y salgo, vuelven las voces, vuelvo a bucear, no espero ni medio minuto para volver a meterme en el agua, nado arras de la arena del fondo y sus habitantes me rozan la piel, el mar quiere que me rinda. Pero no lo consigue, el me arrastra a la orilla y yo buceo hacia el interior.
De repente no puedo avanzar, mis ojos empapados de agua ven oscuridad, me doy media vuelta y lo vuelvo a intentar, no pienso irme de aquí sin superar la oscuridad. Y no puedo, y lo vuelvo a intentar, me da un calambre, hiperventilo, bajo y lo vuelvo a intentar, no pienso irme de aquí sin conseguirlo.
No me rindo, cierro los ojos, me relajo y dejo que el mar me lleve, empiezo a ver rojo, cada vez más fuerte, y conforme enrojece, el mar se vuelve más agresivo. ¿Me está hablando? El rojo mengua, y vuelve a subir y el mar me acaricia las orejas, me susurra palabras ilegibles inalcanzables a mi oído.
Abro los ojos, no toco el suelo, ya está muy lejos de mi, y no me importa, desaparece la necesidad de controlarlo todo, estoy en la oscuridad estoy en medio de toda ella, primero me siento bien, pero me entra el pánico.
Pero sé que ese mar tiene que decirme algo, allí fue la primera vez que la luna me miro a mí. Y hablamos en silencio, como cada noche desde entonces, sé que ese mar tiene secretos que contarme, quiere ayudarme.
Pero buceo y buceo hasta quedarme exhausta sin resultado, aunque en realidad no es mi cuerpo el que se ha cansado, me recojo el pelo y las ideas. Voy a salir de la oscuridad, salgo y en mi camino voy arrastrando sus trozos de oscuridad conmigo, los acaricio, los cojo, me los llevo conmigo, ya no tengo miedo.
Respiro, el mar me ha hablado, aunque todavía no sepa que me ha dicho, pero lo sabré.

martes, 12 de junio de 2012

Dulce y amargo como el amar.

Dulce y amargo.
Como una sonrisa y un beso mal dado.
Como una caricia después de un tortazo.
Dulce y amargo como la vida, como un sueño.
Alcanzable e inalcanzable.
Posible e imposible.
Dulce y amargo, como cuando descubres la verdad.
Dulce y amargo, como una noche que acaba, como un día que comienza.
Dulce y amargo, como una mirada que acecha.
Dulce y amargo como los sueños.
Los quieres, los deseas, los tienes y se van.
Dulce y amargo como el despertar de un mal sueño.
Dulce y amargo como una película para llorar.
Dulce y amargo como las mentiras piadosas.
Como los sueños, te hacen vivir y desvivirte.
Como las personas.
Como la vida, la vida hecha a base de sueños.

Si me dejas, mi alma se pudrirá por dentro.

Las noches serán mas tristes si solo dependo de la luz de las estrellas, brillaran sus lágrimas por haberla perdido y se reflejaran en mi mar de nostalgia.
Mi corazón morirá por el silencio que habrás dejado y mi alma se extinguirá en el vacío.
Te dejas reflejar en el mar pero no llego a verte en los cielos.
Si me dejas soñarte un segundo, tocarte un momento, estas muy lejos, lo sé, pero no me mientas, tu también te sientes sola.