Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

martes, 29 de enero de 2013

Como duele que no haya nada por lo que sufrir.

Lo peor de la soledad es cuando creemos que nos gusta, cuando pasamos de la necesidad al placer. 
Un día te das cuenta de que la soledad ocupa todo en tu vida, y oyes el silencio que llena cada hueco de tu alma, notas la falta de unos brazos a tu lado, de unos susurros en los oídos, notas la ironía. 
Notas los brazos no rodeándote, las palabras que no te están diciendo, oyes el no oír nada y notas el silencio. Sientes la soledad. 
Y duele. 
Duele el vacío, duele el silencio, puedes agarrar el dolor e intentar pegarle fuerte con los puños cerrados, pero no la alcanzarás, puedes gritarle e insultarle, decirle lo más cruel del mundo, pero no le importará, no te oirá, puedes llorar, pero la soledad no hará nada mas que acentuar las lágrimas, la tristeza y la soledad, chasqueando en cada lágrima al chocar contra el suelo, reventando cada palabra contra el pecho, haciendo evidente la falta, la ausencia, la desesperanza y la tristeza.
 Y es que todos necesitamos a alguien aunque nos creamos muy independientes, no lo somos, somos un animal social que no soporta la soledad. 
Todos necesitamos a alguien, otro corazón que palpite al compás de nuestros sueños, otros ojos por los que ver nuestra alma, una respiración que nos recuerde que no moriremos de soledad.

miércoles, 16 de enero de 2013

No sólo sobreviven los fuertes, los valientes también.

A veces tienes que olvidar la tristeza y aunque te ahogue tienes que recordar que en el mundo sigue habiendo oxígeno.
A veces tienes que apartar el odio de tu mente para poder pensar fríamente.
A veces solo tienes un segundo, cierras los ojos y al abrirlos ya tienes que estar armado de valor.
Porque el mundo va muy deprisa y tu tienes que aprender a correr a su ritmo.
Vamos a crear el valor de la nada. Vamos a crearnos una larga espada con él.
Tenemos que ser fuertes, no se debe ni se puede, se tiene que hacer. Sin opciones.
Vamos besar el filo de nuestra espada y hacernos a nuestra armadura como una segunda piel.
Vamos a sonreír aunque notes que se rompe algo dentro de ti.
Y cuando por la noche recuerdes a oscuras y a solas que quieres llorar.
Bébete un trago de whisky y ponte a soñar.
Todo esto va a salir bien.
Porque tiene que salir bien. Sin más opciones.
A veces hay que grabarse con fuego para recordar cada vez que queme que hay que ser mas valiente.
Porque sin los valientes nunca quedaría nadie. Ni siquiera gente cobarde, ni siquiera otros valientes.
Tienes miedos, como todos, sé valiente, coge tu espada, míralos a los ojos con fuerza, con esperanza, con seguridad y con rabia. Antes de empezar a pensar como vas a comértelos en el desayuno habrán desaparecido en la cena.
No necesitas agarrar ninguna mano, mirar a ningún par de ojos, no necesitas mas que tu armadura y tu corazón palpitante y expectante. Él debe apoyarte, ponlo de tu parte y nada acabará contigo.
Vamos a ser fuertes, vamos a ser valientes.
Sé que es difícil, porque a mi también me está costando.
Sé que quieres morir pero no es una opción. Rendirse nunca fue una opción.
Si necesitas mi alma apoyando a la tuya, si necesitas que repita como un eco tus decisiones, aunque no esté ahí, te estoy apoyando, y tú a mí.
Convierte la rabia en fuerza.
La tristeza puede ser la inteligencia.
Y no olvides nunca que aunque parezca que estás solo no es verdad.
Que aunque estés solo puedes comerte al mundo, a bocados, a lametones, con ferocidad y siempre como un hambriento; antes de que les de tiempo a parpadear.
La felicidad está en todas partes.
¡Vamos! Nadie puede hundirte si sabes convertir el miedo en seguridad, nadie podrá hacerte daño si duermes con la armadura, y cuándo hayas terminado llora, por todo lo que estabas llorando, llora por todo lo que has querido llorar y no has llorado, y sobre todo llora por haberlo conseguido.








Cuando no hay nada que perder se da todo por ganar.

Soy un monstruo con visión en negro y rojo.
Puedo arañar almas como si fueran hojas de papel gastado.
Mi corazón está tan encostrado que apenas bombea con rapidez.
Que absorbo la sangre de las letras para alimentar mi sangre.
Y que sueño cosas tan horribles que me asusto al despertar.
La Luna es mi única aliada.
Y como Dios le enseñe a hablar, estaré perdida.
Que como pierda otra botella de whisky perderé la cabeza.
Que en mis venas corre whisky, que mi sangre me quema.
Sangre caliente, alma ardiente, y negro, y rojo.
Estoy más perdida que un bosque sin animales.
Puedes arañarme la piel, romperme los huesos, y yo cerraré los ojos llenos de odio.
Pero como apenas me toques el alma, una caricia.
Aunque yo no merezca nada mejor.
Mi monstruo sólo verá negro y rojo.
No agarres mi alma.
No intentes engañar a mi consciente, porque mi subconsciente es negro y sabe de mentiras.
No voy a permitir que le hagas daño.
Yo no haré nada. Pero el rojo brotará por mis poros como si estuviera sangrando desde el alma hacia la piel.
Has agarrado con fuerza mi alma, y noto a la bestia en mi interior tirando hacia fuera con rabia y fuerza.
He dejado muchos golpes y arañazos por el camino, pero hoy no.
Hoy será mi día.
Salvaré su alma, incluso diría que no solo por la mía.
Le has arrancado un trozo de corazón, y pienso llevarle uno entero de vuelta.
Yo no bombeo oxígeno, yo bombeo dolor.
Siento que últimamente no escriba nada más poético, alentador ni estimulante.
Prometo que lo intentaré. Gracias.
Y no tengo nada que perder.