He discutido con la luna, y me ha dejado sola está noche.
Las estrellas ya no brillan, me culpan de que la luna las haya dejado, y tienen razón.
El cielo gruñe.
No veo nada después de mis pies, no hay farolas en mi alma ni en mi calle.
Miro al cielo y ya no está, ¡No me dejes oh, querida luna, que sabes que sin ti no podré dormir!
El cielo empieza a llorar.
De odio.
Sigo andando buscando la luna, pienso encontrarla. Este dónde este.
La piel desnuda se me eriza, mi cabello oscurece y me fundo en la noche.
Desamparada sin la luz de la luna.
Buscando algo que está muy lejos de mi.
Quiero tirarme al suelo y dormir, pero no sin mi luna.
Le grito que vuelva, pero no me escucha, ella solo me lee las miradas y tiene los ojos cerrados.
Mírame, estoy aquí, esperando que vuelvas sin poder luchar por ti.
Mírame, estoy aquí, nunca dejaré de estarlo, y el día que muera moriré mirandote.
Mírame, estoy aquí flamante luna, bajo tus pies yo me arrodillo, te suplico, que vuelvas, que sin ti no sé soñar.
Mírame, estoy aquí y he salido a buscarte a perderme en tu mundo.
No me abandones hasta el amanecer |
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