Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

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miércoles, 16 de enero de 2013

No sólo sobreviven los fuertes, los valientes también.

A veces tienes que olvidar la tristeza y aunque te ahogue tienes que recordar que en el mundo sigue habiendo oxígeno.
A veces tienes que apartar el odio de tu mente para poder pensar fríamente.
A veces solo tienes un segundo, cierras los ojos y al abrirlos ya tienes que estar armado de valor.
Porque el mundo va muy deprisa y tu tienes que aprender a correr a su ritmo.
Vamos a crear el valor de la nada. Vamos a crearnos una larga espada con él.
Tenemos que ser fuertes, no se debe ni se puede, se tiene que hacer. Sin opciones.
Vamos besar el filo de nuestra espada y hacernos a nuestra armadura como una segunda piel.
Vamos a sonreír aunque notes que se rompe algo dentro de ti.
Y cuando por la noche recuerdes a oscuras y a solas que quieres llorar.
Bébete un trago de whisky y ponte a soñar.
Todo esto va a salir bien.
Porque tiene que salir bien. Sin más opciones.
A veces hay que grabarse con fuego para recordar cada vez que queme que hay que ser mas valiente.
Porque sin los valientes nunca quedaría nadie. Ni siquiera gente cobarde, ni siquiera otros valientes.
Tienes miedos, como todos, sé valiente, coge tu espada, míralos a los ojos con fuerza, con esperanza, con seguridad y con rabia. Antes de empezar a pensar como vas a comértelos en el desayuno habrán desaparecido en la cena.
No necesitas agarrar ninguna mano, mirar a ningún par de ojos, no necesitas mas que tu armadura y tu corazón palpitante y expectante. Él debe apoyarte, ponlo de tu parte y nada acabará contigo.
Vamos a ser fuertes, vamos a ser valientes.
Sé que es difícil, porque a mi también me está costando.
Sé que quieres morir pero no es una opción. Rendirse nunca fue una opción.
Si necesitas mi alma apoyando a la tuya, si necesitas que repita como un eco tus decisiones, aunque no esté ahí, te estoy apoyando, y tú a mí.
Convierte la rabia en fuerza.
La tristeza puede ser la inteligencia.
Y no olvides nunca que aunque parezca que estás solo no es verdad.
Que aunque estés solo puedes comerte al mundo, a bocados, a lametones, con ferocidad y siempre como un hambriento; antes de que les de tiempo a parpadear.
La felicidad está en todas partes.
¡Vamos! Nadie puede hundirte si sabes convertir el miedo en seguridad, nadie podrá hacerte daño si duermes con la armadura, y cuándo hayas terminado llora, por todo lo que estabas llorando, llora por todo lo que has querido llorar y no has llorado, y sobre todo llora por haberlo conseguido.








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