Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

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lunes, 8 de abril de 2013

La noche en que te perdí para siempre

Fue en una noche tranquila, la lluvia era limpia y acariciaba nuestras pieles con suavidad y deseo, yo quería ser su dueña y la intentaba besar, coger y amar. 
Fue en una noche despejada, en el cielo mandaba la bella luna nueva.
A veces creo que estoy en aquel día, y no necesito cerrar los ojos para sentir que todo esto es un sueño.
Fue en una noche en que la luna se reflejaba brillante en el mar, un mar tranquilo, que me susurraba silencios y cuentos del lejano oriente que jamás pude imaginar. 
Fue en una noche fría y calmada, mi piel erizada se abrazaba con la arena. 
Estuve horas buscándote hasta que te encontré. 
Fue una noche preciosa, dónde se veía perfectamente a los planetas, son los puntos que no parpadean en el cielo ¿Sabías? Veo en cada noche aquella estrella fugaz que pasó delante de mis ojos, como una señal divina, una señal riéndose de mí. 
Pedí un deseo. 
Volver a verte.
Todavía creo oír a la estrella reírse de mí desde los cielos de otras galaxias, su eco ensordecedor rompiéndome los tímpanos.
Volver a verte, eso pedí.
Nunca debí haber pedido eso, nunca debí cerrar los ojos y creer en los deseos. 
Nunca debí buscarte dónde sabría que te encontraría.
Nunca debí encontrarte, y la culpa fue solo mía.
El whisky ya me lo advirtió, quedarme con él era una idea mejor.
Por una vez, solo una vez, que no le hice caso, fue la única vez que debí haberle hecho caso.
Sé dónde estás, estás dentro de mí, estás dentro de mí porque ya no existes. Desapareciste esa noche, desapareces en mí cada noche, y al ver la luna te veo a ti, y al ver el cielo vuelves a mí.
Podría culparme toda la vida, podría culparte a ti o podría odiar a las estrellas fugaces riéndose de mí. 
He decidido hacerlo todo porque nada me funciona.
Oigo mi corazón como aquella noche oyendo tu vacío, oigo mi corazón llorando por ti.
 He desaparecido en ti, tú no volverás y esa fue tu última noche y tú último aliento, todos lo saben, menos yo, que te hago vivir mientras yo vivo. Porque aquella noche, desapareció también una parte de mi.
Quizás debí hacer algo, o quizás fue el hacer algo lo que debí evitar, quizás debería intentar no recordarte pero soy incapaz de hacerte eso, eso sería como matarte. Puede que hayas desaparecido de mi lado, pero nunca desaparecerás dentro de mi y vivirás hasta mi último aliento, mientras yo viva tu corazón palpitara en mi memoria, tu aliento me acariciará la piel.
Aunque sea para volver a morir, yo te hago vivir cada noche, y te prometo que intentaré recordarte sin matarte. Cuando pueda dejar de culparme, cuando el whisky haga que pueda olvidarme de que ya no estás y hacerme creer que sigues aquí y que aquella noche nunca existió, que no te oí desaparecer. Tengo un gran amigo que me hará creer que cada mañana podrás acariciar mi piel, que nunca más estaré sola, que todavía estás tú, que no te arrancaron de mi lado, que no te fuiste sin mi.
Ahora estás siempre conmigo y allá dónde estés, espérame, porque te prometo que iré.











2 comentarios:

  1. hola, me a gustado mucho tu blog, increible la entrada sigue así, pasate por mi blog y deja tu opinión. si me sigues te sigo un besito

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    1. Preferiría que me siguieras porque te gusta y no porque te siga yo, ya que no colecciono blogs solo quiero leer y que me lean. Me paso, un beso.

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