Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

lunes, 2 de noviembre de 2015

Balas y conjuros en un corazón herido.

Mi corazón enfurece ante tus oídos,
mis sueños palidecen ante tus gemidos,
no me digas no llores.
No lloro por ti, lloro por mí.

Ojalá pudiera abrirme el pecho,
colgar mi corazón desecho,
clavarlo en una estaca en el techo.
Como si fuera una bandera,
que al entrar todos veneran.

¡Como si fuera mi orgullo,
y no un pequeño murmullo!
No me digas no llores.
No lloro por ti, lloro por mí.
No son lágrimas de dolor,
son lágrimas de soñador.

Porque soñé cosas que no estaban al alcance de mi alma,
de mi alma maldita que jamás sabrá lo que es la calma.
Y se ríe de mí, aquél que me maldijo, 
aquél maldito que me predijo,
que mi alma siempre se haría añicos.

Mi corazón es fuerte
porque tiene una bala que lo revierte.
Mi corazón es inseguro,
porque tiene una bala cerca y muy dentro, un conjuro.

¡No me digas no llores,
que no lloro por ti, sino por mí!
Porque esta bala no se puede sacar,
porque este dolor nunca se va a marchar,
porque es mi alma la que se va a marchitar.

Porque tus ojos oscuros se irán, 
porque vendrán otros que caerán,
porque otros ojos de mi corazón se inundarán,
porque otros, asustados huirán.

¡No me digas no llores,
porque no lloro por ti, sino por mí!
Que jamás se irá de mi lado esta maldición,
que arremete con fuerza contra mi corazón,
que me hace aullar a la Luna sin razón.

No me digas que no llore,
que no me queda más en la vida,
que esperar la muerte con ira.
Y esperar a volver a verte,
duele mucho quererte.

No me digas que no llore,
que no lloro por ti, sino por perderte.
Las lágrimas hacen que me olvide del dolor de mi bala,
Y eso por lo menos he de agradecerte.

Te pido perdón por haberte asustado,
disculpas por haberte querido,
sé que es demasiado pedirte
pero perdóname por no saber despedirme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario