Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

domingo, 10 de enero de 2016

Me llaman caos.

Subo al coche, bajo las ventanillas hasta hacer tope, acelero sin mirar atrás, cambio de sentido en mitad del carril y grazno al ritmo de TNT de AC/DC.
No voy a llorar por tener más problemas de los que puedo recordar, no me entristece que en las películas haya menos acción que en mi diario.
Entro al bar y el camarero chilla mi nombre ¡Ronda gratis para todos!
Ya saltaré para pagarme las copas, ya robaré alguna cartera, ya huiré por alguna ventana diciendo que hoy soy legal y me salgo a fumar.
Soy un caos. No un caos que sube y que baja, no un caos lineal que se pueda contar en un sólo día, ni uno que se resuma con una película de Tarantino.
Un caos extremo, absurdo e impulsivo.
Un caos que gira y gira hasta tropezarse consigo mismo.
Un caos consentido y temerario.
Un caos de labios rojos y partidos, de drogarse sin drogas y matarse sin armas, de amarse sin quererse y follarse en soledad. De despertarse vomitando sin haber bebido más de tres vasos de agua, (con ginebra, con vodka, ¿Con whisky?), ¿Quién sabe, si no recuerdo nada después de levantarme?
De mirar a tu derecha y preguntarte ¿Pero y tú, quién cojones eras? Y estar frente al espejo.
De recoger tu ropa y que sea el viento quien tenga que recordarte tu nombre y dónde guardaste tus bragas.
No hay días, ni noches, sólo historias que se entrelazan como un disco de rock and roll intentando contar una misma historia que apenas se llega a entender por canciones.
Que alguien me diga a quién le robe el coche ayer, que yo ni siquiera me saqué el carnet.
Oh, ¿Por qué me encuentro tan jodidamente bien cuando estoy mal?
Un caos digno de contar antes de que el siguiente me lo haga olvidar.
Un jodido caos, que busca hasta los problemas que no le quieren encontrar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario