Hoy te veo, y sonrío.
Estás radiante, brillante y tan elegante como yo te recuerdo en nuestros mejores días.
Recuerdo feliz los días en los que besaba tu luz, acariciaba tu figura y soñaba con como sería tu voz si tuvieras voz.
Sería mejor que el canto de cualquier sirena de cualquier cuento mitológico. Ni Ulises podría resistirse.
Hoy Luna, te miro y sonrío no porque vuelva a amarte porque nunca he dejado de hacerlo, sino porque me siento fuerte, tan fuerte como antes, y por fin creo que soy suficiente para ti.
Siempre serás mas, mas de lo que nunca podría imaginar, pero te miro y pienso, ¿Y por qué no puede amarme ella también a mi? Y por ello sonrío.
Por la esperanza, porque renace mi fuerza, porque sonriendo me veo mas bella, me parezco mas a ti, mi amada Luna.
Tu siempre estás ahí.
Y yo te prometo que no volveré a dejar de estarlo.
Te lo prometo, sonreiré siempre, siempre que te vea sonreiré, por ti, por mi, por nosotras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario