Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

lunes, 24 de febrero de 2014

Mis desayunos con tu fantasma.

Me llenaste la cabeza de palabras que rimaban, de poesía dibujada, me susurrabas al oído durante horas sin decir nada.
Y si te recuerdo, la piel se me eriza, con tus dedos trabajados escribías mi nombre en cada rincón de mi piel.
A veces, creo oírte y notarte en mi cuello, aquél que ya no besas.
Y sé, que yo te eché de mi lado, pero en mi memoria pesas.
Me he quitado un montón de dolores de cabeza, de carreras en el coche, de gritos que nacen en el estómago, de miedos por las noches, de dormir sin tu manta. Pero, cuando me levanto hago café para dos y tostadas para cuatro. Me visto, y me miro al espejo, y ahora es sólo un reflejo de una mitad rota.
Me cansé de nuestra destrucción, me rompí en mil pedazos que ya no sabía como juntar, pero ¡Qué bonito como nos destruíamos! ¡Qué fuerte como nos rompíamos! Que grande como nos queríamos...
Y si hubiéramos usado nuestras armas contra otros y nuestras ganas con nosotros, y si hubiéramos aprendido a frenar cuando íbamos corriendo sin destino...
Y si no hubiera aceptado esa invitación tuya aquella noche en la que te conocí, en la que me rescataste del cielo y me llevaste contigo al cálido fuego, ¿Y si en vez de tentar a la suerte tente a la muerte?
Mi almohada huele a ti, y es imposible evitar soñar contigo, mi vida tiene tu sabor, y no puedo evitar buscar tus labios. Y ya no estás y yo ahora no sé ir despacio.
Te eché de mi vida, cuando en realidad, tu ya te habías marchado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario