Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

miércoles, 26 de febrero de 2014

Y al corazón le crecieron las alas.

Oigo nuestras risas bailando aquél vals en la cocina mientras se quemaban las tostadas y humeaba la cafetera.
Oigo nuestra felicidad en cada hilo de nuestra cama, y nuestro corazones palpitar mas rápidos que nuestros parpadeos. Y el sol entrando por la ventana cantándome por las mañanas. 
Y ahora me giro y sigue el hueco de tu cabeza en la almohada.
Pero yo soy más fuerte que esto, y es que cuántas veces he creído haber caído y he vuelto a renacer, cuántas veces me habré quemado y he vuelto a resurgir. A subir, en contra de la gravedad, del destino, de la marea, de los que nos odian, de mis interiores siniestros, de mis monstruos, de aquellos monstruos de ojos rojos y alma oscura.
Y sigo aquí, sin ti. Sin nadie. Acompañada por la luz que entra por las rendijas de mis persianas, quemando a fuego lento mis desdenes y mis lágrimas. Inyectándome la fuerza que anoche me quitabas.
Y es que sé que puedo con esto, si pongo un rock tu vals se queda muy al fondo de sus guitarras, si pongo un jazz tu vals no le hace frente al saxofón.
Y cuántas veces creí que no volvería a ver la luz del sol, cuántas veces pensé que eran mis últimas lágrimas, cuántos sollozos convertí en rabia y cuántos desaparecieron con amor.
¿Y qué si te fuiste? ¿Y qué si me fui? ¿Y qué si no estamos en aquél espacio tiempo dónde todo tenía el color de tu sonrisa y el mundo giraba entorno a nuestras vidas?
¿Y qué si no estás tú, y qué si no estoy yo, y qué si no está nadie?
Si me pierdo otra vez entre los rayos del sol me encontraré en la Luna.
Que siempre que desaparece una historia, encontramos otro libro del que enamorarnos.
Y pierdo la fe, las ganas y la fuerza. Pero no la esperanza.
Aunque permanezca escondida en la válvula tricúspide del corazón, escondida y protegida, está ahí, esperando a que aparezca una estrella fugaz con la que cumplir un deseo de felicidad.
Hasta que un día me veas volar.
Y entonces dejará de llover de día, y volverá a empezar la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario